jueves, 29 de noviembre de 2018

Paraíso pequeño.

Cuando emprendes un viaje, no sabes qué encontrarás, y este es uno de esos instantes capturados en los que puedes decir que el mismo camino te regala sus estados, sus condiciones.

Esta fotografía fué tomada en alguna montaña de Sabana de Parra, En el Estado Yaracuy. Luego de un recorrido de 17 Km, contados luego de tres horas de camino, para un equipo de senderistas parcialmente novato, el camino era una total aventura.

Aventura de esas en las que no sabes a dónde te llevará el siguiente paso, de esas en las que inhalas el mas puro de los aires, y exhalas la mas viva de las ansiedades. Un lugar en el que eres intimidado desde el corazón hasta el alma, por lo denso de sus espacios, por su espesor, pero en el que debes continuar así no puedas mas, porque el día está próximo a oscurecer.

Mi regalo al salir de la montaña, fue la vista de esta casa. Desde ese día, pasó a ser el sueño al que regreso cuando estoy despierta.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Encuentros.

Al momento de iniciar una caminata, solo comienzas dando el paso necesario para avanzar. 

El proceso es dar un paso tras otro, superar obstáculos, enfrentar adversidades, vencerte en alguna medida, y ganarte, ganarte cuando tu cuerpo se agote, cuando sude, cuando tiemble, cuando no pueda más, cuando tus piernas dupliquen su peso y apenas puedas caminar, esas son tus oportunidades de avanzar. No hablo de los pasos, sino de vencer los gigantes que se levanten contra tí en tu mente, ellos vienen en los senderos y fuera de ellos, por esto y más es necesaria la compañía, la buena compañía, porque cuando tu cuerpo no pueda y tu mente no quiera, alguien estará para sostener tu mano, alguien estará, y te servirá de impulso.

Entre montañas.

Lo importante de volverte senderista es que vuelves la mirada al mundo natural que te rodea, percibes el cambio del mundo al que estás acostumbrado y del mundo que visitas. 

De manera directa o indirecta percibes la diferencia, entonces tenemos que no solo sendereas por las ganas de conocer lugares diferentes, sino que haces click con la dramática sensación de cambio que perciben todos tus sentidos. 

Tus oídos ya no escuchan palabras, autos, o el acostumbrado bullicio, no, porque en este mundo, en este territorio escuchas tus pisadas, tu respiración, muchas aves, y aveces solo está el silencio, tus ojos ya no ven grises o unos que otros colores, no, porque ves un verdor que te abraza con cada paso que das. y no diré que te vuelves adicto a estos caminos porque muchos no regresan, pero diré que luego de estar entre montañas, ríos y cascadas, hay una parte de tí que las camina de nuevo.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Un camino más.

En los senderos, no soy de las personas que cree que aun sin compañía, camina sola. Aveces lo haces con la intranquilidad de tu mente, la preocupación de un por qué, incluso, con la ansiedad que genera el camino mientras lo caminas, no vas solo a senderear, -yo no voy solo a senderear-, voy buscando una realidad diferente a la mía, busco involucrarme con la perfección natural de estos espacios, desbordados en belleza, desbordados en colores, desbordados en verdor. Hay momentos en los caminos, donde la cantidad de pasos dados logra en ti silencio, y dejas de querer tener un escándalo por dentro.

Mucho sucede en las montañas y sus caminos. Te cansas en medio de ellos , te angustias, te sorprendes, te pierdes y te encuentras, escuchas y te escuchas, también te enamoras - créeme-, no es un camino más.  

lunes, 29 de octubre de 2018

Esta vez, entre caminos.

Fotografía por: Gersy Hernández

Lugar: San Felipe. Edo- Yaracuy. Parque Recreacional "Leonor Bernabó"

Cuando te vuelves senderista, comienzas a notar los grandes detalles de los caminos que recorres.

Al iniciarme en esta pequeña-gran aventura, no desarrollé inmediatamente el deseo de observar los detalles del camino, hasta que un día quise regalarme una caminata sin compañía; eventualmente este camino, este día, no contaba con la frecuente cantidad de personas diarias, así que lo recorrí sola.

Esta vez noté al sendero, mas espacioso, y mas colorido a pesar de la sequía, mas denso, mas intenso; incluso mostraba una profundidad suave, una sublime y también apabullante composición.

Al tener parte del trayecto recorrido me detuve, porque sentí que mientras caminaba y miraba, me perdía de detalles, así que alcancé a sentarme, para descansar, capturar el momento, pero también, para admirar y escuchar la dirección que tomaba el viento.